Solemne Procesión Extraordinaria

Tal y como estaba previsto, a las 18:00 h., se abrían las puertas del templo para iniciarse la salida de la Divina Pastora Coronada por las calles de su barrio.

Una gran cantidad de personas recibió con aplausos la salida de nuestra Titular mientras sonaba la Marcha Real interpretada por la Banda de música, cornetas y tambores de la Cruz Roja, de San Fernando, dirigida por N.H.D. José Luis Expósito Polanco. Tras el himno, la marcha «Divina Pastora de las Almas», compuesta para la ocasión por D. Juan José Castellanos, tras la cual, se interpretó otra marcha dedicada a nuestra Titular, «Pastora Carraqueña coronada», de D. José González García. La cuadrilla de hermanos costaleros, fue dirigida para la ocasión por nuestros hermanos D. Antonio Reseco Colón y D. José María Vidal Muñoz.

La gran cantidad de personas por Marconi acompañando a la Divina Pastora se incrementó hasta el punto de que dificultaba el andar del paso. Al desembocar por Augusto Miranda, sonó la marcha «Cristo en la Alcazaba», para llevar a la Divina Pastora hasta la Plazoleta de las Vacas donde la AA.VV. “La Pastora” realizó una ofrenda floral.

Destacar que el barrio se volcó en todo momento, tanto en las calles llenas de gente, como en el engalanamiento de cierros, balcones y azoteas con fotos de la Virgen, banderas y reposteros realizados por las hermanas de nuestra Hermandad y por distintas asociaciones del barrio, que fueron repartidas por el itinerario, así como una iluminación extraordinaria formada por coronas que se distribuyeron por las diferentes calles.

Una vez situada la Virgen en la Plazoleta de las Vacas, desde el castillo comenzó una traca y una cascada de fuegos de artificio que iluminaron el cielo de La Isla y que provocaron una ovación prolongada hacia nuestra Pastora Coronada.

La Virgen realizó un recorrido distinto al que realiza en la tarde noche del 15 de agosto, ya que siguió por Carraca y Florencio Montojo, para desembocar por la plaza del Merendero a la calle Marqués de la Victoria y a Hernán Cortés. Durante todo este trayecto, fueron muchísimas las personas que se acercaron a ver a la Divina Pastora, continuas las petaladas desde los balcones y numerosos los vítores, aplausos y los ¡vivas a la Divina Pastora Coronada!

Al entrar en la calle Santa Cruz, en la Peña “Los catavinos”, esperaba el coro Virgen del Carmen, que, dirigido por Manoli de los Santos interpretó una sevillana dedicada a la Pastora. A la mitad de esta calle, el paso se detuvo en la puerta del Vicepresidente del Consejo de pastoral de nuestra parroquia, D. Rafael Cepero Gómez, quien por motivos de salud no pudo asistir al Pontifical de Coronación. Él fue el encargado de llamar al martillo para que la Divina Pastora continuara su camino. Al final de esta calle se encontraba el primero de los dos grandiosos arcos instalados en el itinerario. A los sones de la marcha «Refugio de San Bernardo», la Divina Pastora atravesó en una magnífica chicotá ante la gran cantidad de personas que estaban presentes y que rompieron en un fuerte aplauso cuando finalizó la marcha.

En la calle Hernán Cortés, la Virgen se detuvo en la puerta del Patio Olea, origen devocional de la Divina Pastora en nuestra ciudad, y que hoy permanece clausurado en espera de su rehabilitación.

Se continuó por Manuel Roldán, donde se encontraba el segundo de los arcos instalados para la ocasión. En otra impresionante chicotá la Virgen lo cruzó con la marcha «Callejuela de la O», muy aplaudida una vez finalizada. En la calle Colón se pasó por la sede de las “Mujeres Isleñas”, las cuales con su presidenta Dña. María del Carmen Marrugal al frente habían adornado su fachada para el evento, y después del paso por Escaño se enfiló la calle Maldonado, donde se encuentra la casa de hermandad de la cofradía del Ecce-Homo. Allí estaba una representación de la citada Hermandad con su Hermano Mayor, D. Jesús Cruz Foncubierta. Para la ocasión se instaló un altar presidido por el simpecado de la cofradía.

Tras Marconi, la plaza de la Pastora. Numeroso público esperaba la llegada de la Pastora Coronada que fue recibida con repiques de campanas. Tras el tradicional y entrañable saludo a la familia Sirviente Prius y sobre todo a su madre, Rosita, la Virgen se adentró en la plazoleta a los sones de «Salve Baratillera». Para entrar, la marcha «Salve, Madre de la Salud», ponía con una gran ovación del público asistente broche de oro a este gran día para nuestra Hermandad, nuestra Parroquia y nuestra ciudad.

Pero con la entrada al templo no se terminó la noche, dentro esperaba en el altar mayor la Agrupación Musical “Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia”, que interpretó la marcha «A la Reina del Barrio», dedicada a nuestra Titular, y que sirvió para que la Divina Pastora llegara hasta el altar mayor en una impresionante chicotá que provocó una larga y calurosa ovación en reconocimiento al trabajo realizado por los hermanos costaleros.

Una oración de acción de gracias por parte de nuestro párroco y director espiritual, Rvdo. Padre D. José F. Piñero Serván, puso definitivamente fin a este majestuoso 1 de noviembre, histórico día de la Coronación Canónica de la Divina Pastora de las Almas.