Pontifical de Coronación

Desde temprano, la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, se encargó de realizar un pasacalles por el barrio anunciando la llegada de este importante día para la ciudad, para nuestro barrio y como no, para nuestra Parroquia y Hermandad.

La organización estuvo apoyada por un buen número de hermanos y hermanas que colaboraron en las distintas zonas de la plaza para acomodar a las personas que desde temprano empezaban a llegar para asistir al Solemne Pontifical. El público destacó por su elegancia, tal y como la Hermandad había pedido para la ocasión, destacando numerosos hermanos vestidos de chaqué y hermanas de mantilla.

A la Plaza fueron llegando representantes municipales de los diversos partidos políticos, el Alcalde de la Ciudad, D. Antonio Moreno Olmedo; el Almirante Jefe del arsenal de La Carraca, D. José Enrique de Benito Dorronzoro; los artífices de la corona, orfebres Delgado López (Ángel, Pepe y Paco); los bordadores Fernández y Enríquez (Fernando y Rafael); el Sr. Presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, D. Manuel Muñoz Jordán; representantes de las Hermandades de penitencia y Gloria de la ciudad así como de Hermandades pastoreñas de toda Andalucía; frailes capuchinos; D. Alfonso Berraquero García, Hermano de Honor de nuestra Hermandad; antiguos hermanos mayores de nuestra corporación, representantes e instituciones y asociaciones, bienhechores de la Hermandad…, aunque destacamos dos ausencias por motivos de salud, la del vestidor de la Divina Pastora, D. Manuel Fraga Gómez y la del vicepresidente del Consejo de Pastoral, D. Rafael Cepero Gómez.

Para la ocasión la Hermandad editó un libro para que los fieles fueran siguiendo perfectamente la liturgia del Pontifical.

Dentro del templo y momentos previos a la salida de la Virgen, nuestro Hermano Mayor, D. Luis Jorge Collada Gallego, en presencia del Sr. Obispo D. Antonio Ceballos, del vicario parroquial, Junta de Gobierno y de nuestro párroco, Rvdo P. D. José Francisco Piñero Serván, hizo entrega a los Hermanos Mayores de las Hermandades de Penitencia de nuestra parroquia de una rosa de oro similar a las que aparecen en la corona de la Divina Pastora, confeccionados por los mismos orfebres, como recuerdo de este gran día para todos. Con este detalle los hermanos de la Divina Pastora queríamos compartir la corona de la Virgen con toda la Parroquia y muy especialmente con las Imágenes Dolorosas de la misma.

En los citados broches aparecían unos lazos con las siguientes leyendas: «Pastora de Gracia y Esperanza», «Pastora de la Salud» y «Pastora de la Piedad».

A continuación se entonó el Salve Madre.

A las 11:30 h., comenzaba la procesión hacia el altar. El simpecado de la Hermandad y dos faroles abrían la comitiva, que estaba formada por los acompañantes del Consejo de Pastoral, acompañantes de los miembros de la Junta de Gobierno y Consejo de Pastoral. Tras ellos, el estandarte de la Hermandad anticipaba a la Junta de Gobierno, y detrás, Ella, la Divina Pastora en su paso procesional, luciendo sus mejores galas. El paso iba adornado de rosas, calas y orquídeas dendronium, todas en tonos blancos y donadas íntegramente por la Hermandad de la Santísima Virgen del Carmen Coronada de nuestra Ciudad, y la Virgen lucía la toquilla regalada por D. José Luis Junquera Carreño y una pequeña corona de nardos y rosas blancas, confeccionada por D. José García Medina. Destacar que la Virgen llevaba todos los regalos recibidos por hermandades y particulares que, a modo de agradecimiento, la Divina Pastora lució en tan importante jornada.

El paso, con su cuadrilla de hermanos costaleros y comandado por sus capataces D. Antonio Reseco Colón y por D. José María Vidal Muñoz, avanzaba lentamente por el pasillo central de la plaza hasta llegar a la rampa que lo llevaría hasta su ubicación definitiva en el altar mayor. Un fuerte y prolongado aplauso acompañó a la Virgen desde su salida del templo hasta que quedó fijada para el inicio del Pontifical. Hay que destacar de igual modo que la cuadrilla de Hermanos Costaleros de nuestra Hermandad ofreció la restauración del Cordero que acompaña a la Señora.

A las 11:50 h., la monitora de la celebración, doña Pilar Rojas Espinosa, rezó el Ángelus y anunció la salida de la procesión del Clero para el comienzo de la Eucaristía.

La cruz con el Cristo del Buen Viaje con turiferario y ciriales abría el segundo cortejo a quien seguían los padrinos de la Coronación, D. José Hernández Lobato y su esposa Dña. Mari Luz Hernández Delgado que portaban la ráfaga de la Virgen, D. Luis Jorge Collada Gallego, que portaba la corona, y su esposa, Dña. Ana María Fernández Ruiz, que llevaba en sus manos las potencias del Pastorcito.

Tras ellos, numerosos sacerdotes de la iglesia local procesionaban hasta el altar: el Rvdo. P. Martín García Ramírez, Vicario Parroquial; el Arcipreste de la Ciudad, Rvdo. P. Jesús Guerrero Amores; el Ministro Provincial de los Capuchinos, Rvdo. P. Juan Jesús Linares Fernández; el representante de la Comunidad Carmelitana, Rvdo. P. Ángel Norberto Palomino Outón; el Párroco de San José Artesano, Rvdo. P. Rafael Vez Palomino, instructor de la Coronación y maestro de ceremonia durante el Pontifical; el Delegado Episcopal de Hermandades y Cofradías, Rvdo. P. Sebastián Llanes Blanco; Rvdo P. José Rodríguez López, ex-vicario; Rvdo. P. Salvador Rivera Sánchez, director espiritual del Consejo de Hermandades y Cofradías; Rvdo. P. Alfonso Gutiérrez Estudillo, hermano de esta Hermandad; Rvdo. P. Francisco Piñero Piñero; Rvdo P. Juan Manuel Alonso Romero; Rvdo. P. Juan Apellániz Apellániz; Rvdo. P. Juan de Dios Macías Guerrero; Rvdo. P. Pedro Velo González; Rvdo. P. Ignacio Galán Gener; Rvdo. P. Vicente Ferrer Barriendos; y cerrando, nuestro párroco, Rvdo. P. José Piñero Serván y el Sr. Obispo de la Diócesis, D. Antonio Ceballos Atienza.

El altar quedó dividido en dos partes; a la izquierda del paso se situó la Junta de Gobierno y sus acompañantes, y a la derecha, el Consejo de Pastoral y sus acompañantes. De igual modo y a ambos lados de la mesa de altar se colocaba el clero. La Sede se colocó delante del altar.

La música en el Pontifical corrió a cargo del Orfeón «Virgen de la Escalera» de Rota, acompañado por la Orquesta de Volvogrado, quien interpretó la Misa de la Coronación de W. A. Mozart y otras piezas.

El Pontifical dio comienzo dándose lectura por parte de nuestro Director Espiritual del Decreto de Coronación.

Las lecturas fueron introducidas por la monitora Dña. Pilar Rojas Espinosa, y corrieron a cargo de D. Antonio Jesús Padilla Gurría, primer Hermano Mayor tras la reorganización, y por D. Manuel Alconchel Lucas, diácono parroquial, y el Evangelio fue proclamado por el Rvdo. P. Piñero Serván.

El Sr. Obispo inició su homilía transmitiendo la alegría y satisfacción por estar presente en un día inolvidable para la ciudad y para la Iglesia de San Fernando, y se unía como un pastoreño más a esta Coronación Canónica de la Divina Pastora.

Continuaba el Sr. Obispo, «vosotros amadísimos pastoreños e hijos de San Fernando, habéis pedido la gracia de la Coronación Canónica para esta venerada Imagen, Copatrona de San Fernando, de la Divina Pastora de las Almas. Es nuestro deseo que la celebración de esta Coronación redunde en el bien espiritual de los pastoreños y de la ciudad de San Fernando y su entorno, como auténtica devoción a María. Todos los pastoreños e isleños están incrustados en esa bella corona de fe, humildad y esperanza».

D. Antonio Ceballos pidió por los vecinos del barrio, los feligreses, por los más necesitados, por los gobernantes y sacerdotes, y por la situación de los astilleros.

Siguió la homilía analizando la situación en la cual, según D. Antonio, se encuentra la sociedad actual. Destacaba que los cristianos de hoy estaban pasando por:

•Una atonía religiosa, traducida en enfriamiento de la fe e indiferencia.

•Una situación de fragmentación o división entre los cristianos.

•Una inoperancia apostólica, es decir, una falta de conciencia viva de misión, de reconocer que lo básico en nuestra vida cristiana es evangelizar.

•Una falta de actualización y puesta al día, de usar un lenguaje nuevo adaptado a los momentos que vivimos.

El Sr. Obispo, invitó a los cristianos a saber reponernos de la situación comentada anteriormente, apoyándonos en la Virgen que nos señala el camino a seguir «haced lo que Él os diga».

Nos animó a servir a los demás, a la defensa y al respeto de la vida, a defender la familia, a ser constructores de paz y a trabajar por la civilización del amor, del perdón y de la reconciliación.

Terminó felicitando a la Parroquia y a la Hermandad, así como a todas las personas que habían hecho posible esta Coronación de la Divina Pastora.

Tras la homilía, comenzó el rito de la Coronación, con la bendición de la corona de la Virgen y las potencias del Niño. Una vez bendecidas, el Sr. Obispo colocó las potencias en la cabeza del Divino Pastorcillo. Posteriormente, subió por una escalera realizada para tal efecto acompañado por nuestro párroco para la imposición de la corona a la Divina Pastora. Eran las 13:20 horas de la tarde y la plaza entera aplaudió calurosamente, mientras sonaban tracas de cohetes, repicaban las campanas y se soltaban palomas que anunciaron a la Isla que la Divina Pastora ya estaba coronada canónicamente.

Una vez finalizado el acto, se interpretó por parte de Dña. María Rosa García García, popularmente conocida como Niña Pastori, el Ave María de Schubert en versión flamenca, acompañada a la guitarra por su marido «Chaboli». Esta pieza fue interpretada por ella misma ante S.S. el Papa Juan Pablo II en su encuentro con los jóvenes el pasado año en Madrid, y ante la Virgen de su barrio también quiso cantarla, lo que generó a su finalización un fuerte aplauso de las personas que asistían al pontifical, tanto en la plaza como en las calles aledañas, que se calcularon en más de tres mil personas.

El ofertorio fue realizado por hermanos de nuestra Hermandad y miembros de la Parroquia.

El pan fue ofrendado por D. Manuel Gómez Cuevas y Dña. Rosa Puerta Martínez; el vino, por D. José Pavón Garrido y Dña. Teresa Cortés Pérez; las velas por D. Manuel Rodríguez Cubero y Dña. Rosario Rea Tapia, y las flores por D. Javier Tocino Nieto.

Antes de la finalización del Pontifical, el Hermano Mayor, don Luis Jorge Collada Gallego fue el encargado de leer la consagración a la Divina Pastora.

Previa a la bendición y despedida, se entonó la Salve Pastoreña con el fondo de la guitarra del miembro del Grupo Joven Miguel Luna de León. Tras esto, se inició la procesión de regreso al templo, y mientras la Divina Pastora Coronada, bajaba por la rampa y se dirigía a su iglesia el Orfeón entonaba el Aleluya de F. Häendell y los fieles asistentes aplaudían al paso de la Virgen.

La Divina Pastora entró en su templo a las 14:05 h., de la tarde aclamada por la multitud presente, acompañada del repique incansable de campanas efectuado por nuestros hermanos Rafael y Pepe, y del radiante sol que acompañó durante todo el Pontifical.

Junta de Gobierno (Foto de Andrés Quijano)

Fotos de las galerías de Juan Carlos Anelo Medina