Nuestra Titular

Imagen para vestir, tallada en madera de cedro, los ojos son de cristal, la cabellera fue reformada posteriormente y está modelada en pasta-madera-sintética. Policromía a pulimento. La mano derecha en actitud de bendecir mientras que la mano izquierda sujeta un cayado.

La imagen de la Divina Pastora de las Almas Coronada está realizada en madera policromada, cabeza, manos y pies con el resto abocetado de monocromo. Es imagen para ser vestida y mide 1,14 metros de altura. Representa a María sentada sobre risco. La mano derecha acaricia una oveja símbolo del alma, la izquierda sostiene el báculo.

Se realizó entre 1789 y 1791 para la Iglesia de su nombre comenzada en 1789 y sucedió a una anterior ubicada en el Patio Olea.

Se puede incluir en tres movimientos:

1º Genovesa-napolitana de algún seguidor de Bonfilio, Maragliano, Gandulfo que son los últimos italianos afincados en Cádiz y de cuyas manos salen las imágenes de San Miguel del Corpus, hoy en el coro de la Iglesia Mayor, y de Santa María Magdalena de la Orden Servita, muy parecida estilísticamente.

2º Del Neoclásico gaditano. De algún discípulo del profesor de la Escuela de Nobles Artes de Cádiz, Fernández Guerrero, autor de las imágenes de la Divina Pastora de Capuchinos de Sevilla y Cádiz. Se parece a la sevillana sólo en el ángulo facial propio del mundo clásico.

3º Del taller del Arsenal de La Carraca. No tiene nada de particular que así fuera pues la Hermandad la forman carraqueños, es decir, personal que trabajaba en el mencionado Arsenal. Ellos mismos (carpinteros de rivera) son los que levantan la Capilla.

En la Carraca los maestros de mascarones son auténticos artistas como el inglés Samuel Howe y su discípulo Sicarlegui (Santísimo Cristo de la Expiración de San Francisco).                

No es de extrañar que la primera junta, formada por oficiales de la Marina, recurriera a “casa”, pues resultaría más barato y con la misma calidad artística.

De la escuela de Howe surgen seguidores anónimos de cuyas manos sean, muy posiblemente, el simulacro de la Divina Pastora, la Dolorosa, hoy María Santísima de Gracia y Esperanza (ambas tienen el mismo perfil), el Nazareno, hoy Nuestro Padre Jesús de la Misericordia y San José (mismos conceptos faciales).

Como conclusión decir que, el autor hoy día nos es desconocido, su estilo está dentro del Neoclásico y la hechura se data entre los años 1789-1791.

Alfonso Berraquero García (q.e.p.d.)

Lcdo. Universidad de Sevilla “Santa Isabel de Hungría”