El Paso de La Divina Pastora

La canastilla

El actual paso de la Divina Pastora de las Almas de la ciudad de San Fernando tiene su origen a finales del año 1983. Tras unas gestiones realizadas entre la Junta de Gobierno y D. Manuel Fraga Gómez (Mayordomo de la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen Coronada), se consiguió rescatar la canastilla del antiguo paso de la Patrona de la ciudad. Dicha canastilla se encontraba no sólo en pésimo estado de conservación (excrementos de palomas, goterones de cal, suciedad acumulada de años, pérdida de dorado, estuco incluso talla….), sino que además, se hallaba cortada en dos mitades de forma intencionada a fin de usarse como peana en los besamanos de la Virgen. Debido a este lamentable estado de conservación, la corporación carmelitana pretendía desprenderse del citado canasto, aunque afortunadamente, las gestiones condujeron a que nuestra Hermandad conservase la citada canastilla.

Una vez guardada nuestra canastilla en un almacén, se procedió a consultar a nuestro hermano D. Alfonso Berraquero García para ver si se podía restaurar y recuperar dicha obra con objeto de convertirlo en el paso de nuestra Titular. El citado artista vio la posibilidad inicial de unir las dos partes y posteriormente visitar a los tallistas sevillanos D. Manuel Guzmán Bejarano o D. Antonio Martín Fernández para una posible restauración a fondo.

La Junta de Gobierno debatió las posibilidades de ir a Sevilla para la restauración del canasto o embarcarse en la ejecución de un nuevo paso para la Divina pastora. La opción ganadora fue la primera, la de restaurar la canastilla de la Virgen del Carmen y convertirla en el paso de nuestra Divina Pastora.

A efectos históricos y artísticos, la canastilla fue realizada en 1921, diseñada por el artista gaditano D. Antonio Accame Scassi y realizada en Sevilla en los talleres sevillanos de D. José Gil  (autor entre otros de los pasos de la Hermandad de San Bernardo, de la Hermandad del Stmo. Cristo del Buen Fin y del paso del Ntro. Padre Jesús Nazareno de la Hermandad del Silencio, todas de Sevilla). El paso conserva los caracteres clásicos de la talla de los pasos gaditanos, es decir, pecho de paloma, escasa decoración, toda ella de estilo rocalla y concentrada en esquinas y en el centro de los laterales del canasto, teniendo en su parte frontal el escudo de la ciudad de San Fernando. Todo el paso se encontraba en su origen dorado, incluidas las partes lisas existentes entre las zonas talladas formando cuadros surgidos por el entrecruzamiento de líneas diagonales.

El 15 de agosto de 1984 nuestra Hermandad estrenó su “nuevo paso”. Las dos partes quedaron ensambladas, y al canasto se le incorporó un conjunto de cuatro candelabros de guardabrisas cedidos por la Hermandad del Ecce-Homo. De igual modo se adquirieron telas de damasco para respiraderos y faldones. La Junta de Gobierno que acordó esta decisión estaba formada por:

Hermano Mayor. D. Antonio Luque Márquez.

2º Hermano Mayor. D. Antonio Padilla Gurría.

Secretario. D. Juan José Romero Ruiz.

Mayordomo. D. Antonio Sánchez Aguilera.

Tesorero. D. Francisco José Ariza Blanco.

Vocal. D. José Pavón Garrido.

Vocal. D. Ramón Ruiz Lagóstena.

Vocal. D. Gregorio Forero Mota

Vocal. D. Francisco Barroso Medina.

Vocal. D. Juan Carlos del Solar Peña.

Vocal. D. José Ruiz Martín.

Vocal. D. José María Espigado Orrequia.

Vocal. D. Enrique Ruiz Reina.

Vocal. D. Juan Jesús Cobacho de Alba.

Vocal. D. José María Vidal Muñoz.

Vocal. D. José Miguel San Laureano Romero.

El boceto definitivo

El año 1988 fue de gran trascendencia, no sólo en la vida de nuestra Hermandad, sino también en el desarrollo que va a adquirir el paso de nuestra Titular. La nueva Junta de Gobierno encabezada por D. Antonio Sánchez Aguilera reorganizó todas las estructuras, sobre todo las económicas, buscando vías de ingreso con las que hacer frente a los proyectos que se avecinaban.

En diciembre de 1988 N.H.D. Antonio Luque Márquez presentó el boceto definitivo para el paso de la Divina Pastora, estructurado en varias fases y que quedaría de la siguiente manera.

•Mesa del paso.

•Restauración de la canastilla.

•Molduras, esquinas, candelabros y maniguetas, talladas y doradas.

•Respiraderos en terciopelo y malla bordados en oro, seda y marfil.

•Faldones en terciopelo bordados en oro, seda y marfil.

•Imágenes relacionadas con la advocación pastoreña.

Y así fue. Una vez realizada la nueva mesa del paso por nuestro hermano D. Salvador Lemaistre Otero, se envió a Sevilla la canastilla donde fue restaurada por D. Manuel Guzmán Bejarano y dorada por D. Manuel Calvo Carmona, artistas de reconocida valía. Este trabajo fue entregado en 1991, siendo estrenado el 15 de agosto de ese año.

La siguiente fase del proyecto fue la elaboración de moldurones, esquinas y maniguetas. Tras varias gestiones, se decidió que el trabajo fuera realizado por D. Antonio Vega Sánchez (autor entre otros de los pasos sevillanos de las cofradías de la Candelaria, San Vicente, La Lanzada…) quien realizaría los moldurones, esquinas, maniguetas y candelabros de guardabrisas. Posteriormente este trabajo sería dorado por D. Manuel Calvo Carmona. Estos trabajos se realizaron entre 1993 y 1995.

En mayo de 1995 nuestros hermanos D. Alfonso Berraquero García y D. Antonio Luque Márquez, comentan el inicio de los trabajos relacionados con la imaginería que llevaría el paso, siendo éstas en terracota policromada y estofada. En concreto serían las imágenes de San José, Santa Ana, San Joaquín, el Beato Diego y el Arcángel San Miguel, estrenadas en agosto de 1995.

Para ese mismo año se estrenó la cartela trasera con el escudo de la orden franciscana, obra de D. Antonio Vega y D. Manuel Calvo, y que fue donada por nuestro hermano D. José María Vidal Muñoz.

Una vez que las fases de talla, dorado e imágenes iban finalizando, la Junta de Gobierno de nuestra Hermandad se dispuso a afrontar la última pero a su vez más complicada fase del nuevo paso de nuestra Divina Pastora: los bordados.

Los bordados

La idea estaba clara. Desde un primer momento se habían contactado con artistas de primera línea para elaborar el paso de nuestra Titular (Antonio Vega, Manuel Guzmán Bejarano, Manuel Calvo…), y la fase decisiva no podía ser menos. Por ello la idea de la realización de los bordados de los respiraderos y los faldones del paso debía realizarse en un reconocido taller con garantías de convertirse en una auténtica obra de arte para la posteridad.

Y así fue. Con el boceto previamente diseñado por N.H.D. Antonio Luque Márquez, una comisión de la Junta de Gobierno se trasladó a la sevillana localidad de Brenes con el fin de tomar contacto con el prestigioso taller de bordados “Fernández y Enríquez”. La decisión de acudir directamente a este taller estaba relacionado con las obras realizadas para Hermandades sevillanas tales como la Esperanza Macarena, Esperanza de Triana, Gran Poder, Gitanos, Estrella, San Benito… lo que no dejaba la más mínima duda de que ese era el taller donde se bordarían los respiraderos y los faldones para el paso de nuestra Titular.

Los bordadores nos transmitieron su parecer, a la vez que se ilusionaron con un conjunto tan original, distinto a lo desarrollado habitualmente en su taller, y tras varios días de espera, llegó el presupuesto a nuestras manos. No se dudó un instante. El Hermano Mayor, D. Luis Jorge Collada Gallego, se puso en contacto con los bordadores para concretar detalles de la operación. Se concretaban ocho años de trabajo (una pieza por año) para completar un paso que había iniciado su restauración y enriquecimiento en 1983 y que concluiría, Dios mediante, en agosto del 2003. Se acordó igualmente con los bordadores que en la primera entrega vendrían el faldón y el respiradero frontal, lo que quedó confirmado por el taller y cuya entrega quedó fijada para agosto de 1997.

Sin embargo quedaba por concretar el contenido de los óvalos de marfil que irían en los respiraderos, así como los temas a desarrollar en las cartelas de los faldones. Tras debatirse en sesión de Junta de Gobierno, se aprueba contactar con el cofrade gaditano D. José Luis Ruiz-Nieto Guerrero para pedirle opinión sobre este tema. Dicho cofrade respondió a nuestra inquietud enviándonos un estudio detallado sobre lo que podrían contener los óvalos de los respiraderos.

Su estudio se basaba en la vida de la Santísima Virgen apoyada en obras cumbres de la Historia del Arte, tanto pictóricas como escultóricas de las etapas del Renacimiento y del Barroco, indicando cuales, a su parecer, serían las más apropiadas para nuestro paso. Incluía de igual manera la idea de colocar dos óvalos en el respiradero frontal con devociones locales, esto es, la Virgen del Carmen, Patrona de San Fernando y la Virgen del Rocío, vestida de pastora como Patrona de Andalucía.

ESCENA OBRA AUTOR SIGLO
Virgen Niña Santa Ana enseñando a la Virgen Murillo XVII
Natividad Adoración de los Reyes Rubens XVII
Magnificat Tondo del Magníficat Boticelli XVI
Virgen con el Niño La Virgen del Rosario Murillo XVII
Inmaculada Inmaculada Murillo XVII
Virgen con Niño y San Juan La Virgen del jilguero Rafael XVI
Sagrada Familia Tondo Doni Miguel Ángel XVI
Piedad La Piedad Miguel Ángel XVI
Angustias Virgen de las Angustias Juan de Juni XVI
Asunción La Asunción Tiziano XVI

Tal y como estaba previsto, los bordadores llevaron en agosto del citado año el respiradero y el faldón frontal, que fueron instalados en el paso, entonces en el almacén que la Hermandad tenía en la antigua ladrillera.

El respiradero frontal constaba de baquetón bordado en oro salpicado por cabezas de ángeles en marfil. Se suceden en el citado respiradero tres jarras con diferentes tipos de flores bordadas en hilo de seda, flanqueadas por cuernos de la abundancia desde donde también emanan flores Entre las jarras aparecen los óvalos de marfil realizados para la ocasión por Dª Dolores León, y que en el respiradero figuraban los de la Virgen del Carmen como Patrona de la ciudad (con apliques de oro obra de nuestro hermano D. José Mª Vidal Muñoz) y de la Virgen de Rocío vestida de Pastora.

En el faldón destacaba una cartela diseñada por D. Antonio Luque sobre la aparición de la Virgen vestida de pastora al capuchino Fray Isidoro de Sevilla en el coro del convento de la capital hispalense, origen de la advocación pastoreña acaecida el 24 de junio de 1703.

Los sucesivos años y según concierto con los bordadores siguió a pieza por año, primero los respiraderos trasero y laterales, y seguirían el resto de faldones, concluyéndose el trabajo en agosto de 2003. Sin embargo, a partir del trabajo entregado en 1998, los marfiles fueron realizados por el miniaturista D. Carlos Valle, quien realizaría nuevamente los óvalos frontales, dando a las escenas representadas una calidad y un realismo desbordante.

Destacar que los dos marfiles “La Virgen del Rosario” y “La Virgen de las Angustias”, se eliminarían para una mejor distribución y estética en el trabajo de los respiraderos.

Quedaba por concretar el contenido de las cartelas de los faldones. A este respecto se estudiaron varias opciones, de las cuales, quedó aprobada por la Junta de Gobierno la siguiente.

Cartela frontal, ya realizada en 1997 y que con diseño de Antonio Luque, representaba la aparición de la Virgen vestida de pastora a Fray Isidoro. Marfiles de Dª Dolores León.

Costero izquierdo, la Coronación de la Virgen, tomado del cuadro que existe en el altar mayor de la iglesia pastoreña. Marfiles de D. Carlos Valle (2001).

Costero derecho. “La Anunciación”, con diseño de N.H.D. Antonio Luque. Marfiles de Dª Dolores León (2002).

Trasera. “San Francisco abrazando la Cruz”, tomado del original de Murillo. Marfiles de Dª Dolores León (2003).

Todas las imágenes de las cartelas y de los óvalos de los respiraderos estaban completadas y enriquecidas con piezas de oro de primera ley realizadas por D. José María Vidal Muñoz.

Con esta cartela, la trasera del paso quedaba finalizada, así como claramente dedicada a la orden Capuchina, uno de los títulos de nuestra Hermandad. Consta de la imagen en barro cocido policromada y estofada del Arcángel San Miguel, Mayoral y protector de la orden, la cartela del canasto es el escudo de la propia orden religiosa y la cartela del faldón una obra pictórica asociada a los franciscanos.

De esta manera, y coincidiendo con el III Centenario del origen de la advocación pastoreña, quedaba por fin concluido el paso de nuestra Titular, veinte años después desde que en 1983 nuestra Hermandad se hiciera con el deteriorado canasto de la Virgen del Carmen para su restauración y enriquecimiento.

Por último, en el año 2004, y con motivo de la Coronación Canónica de la Divina Pastora, un grupo de hermanas de la Hermandad donó una peana para la Virgen, que fue realizada en los talleres del isleño D. Juan Carlos García Díaz, hermano de la Hermandad, y que supo realizarla en conjunción perfecta con el estilo del canasto.